Por Alejandro López Munguía
El Senador del PAN, Raúl Paz Alonzo, dio el brinco hacia las filas de Morena, generando todo tipo de comentarios en las redes sociales. En sus propias redes dijo que «es una decisión muy difícil y que está preparado para los ataques mezquinos que le esperan de sus enemigos». Agregó que está convencido de que AMLO es el único presidente que ha mirado hacia el sureste del país y que por eso, ahora sí trabajará por el pueblo.
En los círculos panistas se especula que al igual como le pasó a Alito Moreno, a Raúl Paz lo amenzaron con aplicarle su propio «martes del Jaguar», donde saldrían a relucir todas sus triquiñuelas y marrullerías políticas.
El panista renunció de manera intempestiva a toda una vida de beneficios que obtuvo bajo el amparo del blanquiazul. El ahora ex panista, procedió sin respeto a la gente que lo apoyó dentro del PAN y sin respeto a la gente que votó por con la bandera del PAN. Y como si se tratara de un cambio de trusa, se quitó la azul, y se puso una con los colores guinda, prometiendo, ahora sí, hacer política a favor de los que menos tienen y más necesitan.
Al recordar un poco de la vida de Raúl, pasa por nuestra mente que siendo presidente estatal de Acción Nacional, encabezó sendos homenajes a Gómez Morín, a Correa Rachó, a Castillo Peraza, a Benito Rosel, entre otros importantes personajes que dieron la vida y dejaron escuela. En dichos eventos habló del «orgullo de ser panista». Hoy su incongruencia lo presenta como lo que es, un político de cuarta con ambiciones desmedidas, sin principios ni ética. ¿En qué se identifica con el presidente López Obrador, si éste rechaza y condena a los que traicionan, mienten y roban?.
Mario Delgado, presidente de Morena a nivel nacional, se encargó de presentarlo a través de un vídeo en la red social Twitter. Contento, el morenista se regocijó del brinco de Paz Alonzo y le inventó un cargo, en el que representará a Morena ante los empresarios del país.
En la algarabía por robarle un senador al PAN, Mario Delgado no repara que el que traiciona una vez, traiciona dos veces. Y siempre será un traidor. Eso es lo que más odia el presidente López Obrador.
Y es que, en el Senado de la República se está discutiendo la aprobación del dictamen para que el ejército siga haciendo las tareas de seguridad pública hasta el 2028. Raúl Paz les garantiza un voto a favor.
Pero, ¿Cuál es la trascendencia del chapulinazo del senador yucateco?. Más allá del voto a favor, en realidad viene a complicar más las cosas para las huestes morenistas de Yucatán, pues evidentemente Raúl les va a disputar a Huacho, a Rogerio, a Verónica, las grandes posiciones. De hecho el nuevo chapulín se apunta para la gubernatura.
Es obvio que en el PAN su destino estaba trazado. Raúl ya no figuraba en el plano, pues se dedicó a cultivar amigos en el Senado, en especial con Pedro Haces y con Ricardo Monreal y abandonó al panismo que lo llevó a dónde se encuentra. Fue el propio Raúl el que operó la asamblea donde se fundó el partido Nueva Alianza, a petición de su nuevo padrino Pedro Haces. Raúl contrató a priístas para hacer el trabajo de organización, sin la autorización del Gobernador Mauricio Vila.
La vida pública de Raúl Paz también está manchada por su paso como coordinador de la fracción parlamentaria del PAN en el Congreso de Yucatán, donde recibió grandes sumas del gobierno de Rolando Zapata, para que los azules aprobaran todas las iniciativas de ley del mandatario tricolor. De esa manera Rolando obtuvo con el voto de Paz y compañía, la autorización para contratar deuda millonaria para instaurar el defenestrado «Escudo Yucatán», que sirvió para fines electoreros del secretario de gobernación de ese entonces.
De Raúl Paz no hay mucho de que presumir como buen político, pues no se lo conoce que haya impulsado importantes iniciativas de ley, o de haber ayudado a la población a obtener algún beneficio importante que haya elevado su nivel de calidad de vida.
Al morir su padrino político, Moreno Valle, ex gobernador de Puebla, se pegó al líder de la Catem, Pedro Haces y a Ricardo Monreal, líder del Senado, desde allí optó por el «bajo perfil» y no se le conoce que haya abanderado causas ciudadanas. De hecho, productores indígenas le reclaman su nefasto proceder por el tema de la contaminación del agua en la entidad.
A Raúl se le conoce como un tipo libre, sin compromisos, sin principios políticos, sin ética política, sin lealtades, es un mal agradecido. Él dice en un mensaje en su cuenta de twitter que espera los ataques de «los mezquinos», pero se equivoca, pues no se ataca a los traidores, a los gandalla, a los sinvergûenzas. A esos, solo se les dice la verdad y eso les incomoda.
En el PAN se condena su ingratitud y su traición. En Yucatán es difícil encontrar a alguien cuerdo que esté feliz con su «chapulinazo».
¿Qué gana Morena?, la verdad, pura vergûenza. Se entiende que Morena esté en campaña, pero no se mete la basura a la casa, al contrario, se saca.
Lo honesto y lo honrado, era que Raúl Paz desertara del PAN y se hubiera separado del cargo, para que limpio, se presentara como Morenista y López Obradorista. ¿Lo hubiera recibido con alegría Mario Delgado?. Lo honesto es que en vez de un traidor al PAN, el suplente, Rodolfo González Crespo asumiera el cargo. Eso es lo correcto, eso es lo ético, eso es lo honorable.
Pero parece que Raúl Paz no conoce de esos valores. Él es la antítesis de AMLO. Todo lo que predica el presidente de México y fundador de Morena, él es precisamente lo contrario.
Cosas como estas hacen que la gente y en especial los morenistas renieguen de todo. Paz se ganó un reverendo FOOOOO.
Morena no ha ganado nada valioso, solo metió basura a la casa.