Desde el inicio y gestión del actual rector del Tecnológico Nacional de México, Campus Valladolid; el Mtro. Wilberth Ortegón López se especulaban muchos cambios en la manera de trabajar y tansmitir los ideales hacia el personal docente y no docente.
Sin embargo no se esperaban cambios radicales para MAL, en la manera de transmitir liderazgo, empatía y compromiso con el personal del instituto.
Misma situación que ha ocasionado RENUNCIAS de trabajadores del área de docencia y administrativos a lo largo de su año de gestión. Son más de 20 ex trabajadores que renunciaron debido a su inmadurez, falta de experiencia, falta de liderazgo y su manera brusca de demeritar el trabajo del personal, en particular la de los docentes, quienes llevaban más de 10 años al frente del Instituto.
De acuerdo a testimonios bajo anonimato se dice que no se contrata personal nuevo y los que han ingresado son sus amigos o allegados “fifis” y en puestos con un sueldo estratosferico.
Misma situación que ha traído o efectos negativos en la manera de desempeñar las labores diarias, disgustos o injusticias en personal que lleva años laborando en el Instituto.
Mismas quejas que se reflejan en los servicios que se ofrecen al estudiante; tal es el caso que ahora no se les proporciona agua purificada a los estudiantes cuando en otras administraciones siempre se ha otorgado de manera gratuita, incluso se menciona qué hubo desvíos en la supuesta adquisición de una Planta purificadora de la cual no se tiene a disposición.
La imagén esperada del Mtro. Ortegon se ha ido declinando, la imagen apegado a los principios, valores y confianza en su juventud se ha ido perdiendo. Al grado de el elegir las fotografías de sus publicaciones en la página oficial y esto debido a un fuerte rumor dentro del Instituto donde alumnos de tez morena, según el, no deben salir.
Muchas inconsistencias han ido ocasionando qué la Misión: “Ofrecer servicios de educación superior tecnológica de calidad, pertinente y equitativa qué coadyuvar a la conformación de una sociedad justa y humana, con una perspectiva de sustentabilidad y seguridad” ya no sea el objetivo del instituto, sino objetivos personales, políticos y particulares de un “profesional” qué el pueblo vallisoletano no considera un líder y mucho menos político.