-Desde Tekal de Venegas-
Iniciamos con nuestras publicaciones diarias sobre las creencias populares entorno a la celebración de Día de Finados, según la conseja de los abuelos de nuestro pueblo.
Dicen los antiguos tekaleños, que pasando mediados de octubre ya debe estar listo los diferentes materiales que servirán para el altar de los días de finados o en su defecto comenzar a lavar la mesa de madera, los banquillos, almidonar el mantel, o tener listo uno nuevo, la banqueta donde se servirá la comida debe lavarse con jugo de naranja para blanquearla.
Es cuando entonces se comienzan a limpiar los solares, los patios de las casas, las albarradas y los caminos principales, para recibir a los visitantes purgantes cuando en esa noche mística del 31 de octubre y del 1 de noviembre, en que saldrán del Purgatorio para venir como cada año a visitarnos y convivir con sus familiares entre comidas y pibes, flores y velas encendidas.
Las lluvias que caen desde mediados de octubre es señal de que lo divino está bendiciendo la tierra para que florezcan el pujuc, árnicas, teresitas, entre otras, que adornaran el altar, a la vez que se limpian el camino de los futuros visitantes.
Las mujeres deben ir mensurando su trabajo de bordado, urdido, o costura porque algunas ánimas ya han llegado desde hace unos días y como son aire los pueden atar.
Por eso se comienza a escuchar ruidos extraños, silbidos y que te hablen por nombres, es clara señal que algunos ya se encuentran entre nosotros…
Y dicen los antiguos abuelos que: Nada de calaveras y huesos como adornos, esas cosas son burlas para las ánimas…!