Una situación de incertidumbre azota a los productores citrícolas del sur del estado, mientras luchan por recuperarse de la drástica caída en el precio del limón persa tipo exportación durante la Semana Mayor.
Con un mercado inundado por exportaciones sudamericanas, los precios han descendido a niveles alarmantes, desatando una ola de preocupación entre los más de cuatro mil productores de la región.
La bonanza pasada, que vio precios récord de hasta 900 pesos por caja de limón, llevó a una expansión masiva de las plantaciones.
Sin embargo, las expectativas se vieron aplastadas por la competencia extranjera, dejando a los productores en una situación precaria.
Ante este panorama sombrío, los ojos de los agricultores se vuelven hacia la naranja dulce como un rayo de esperanza.
Con precios estables de 220 pesos por caja, esta fruta se presenta como una alternativa viable para mantener a flote las operaciones agrícolas.
Aunque la oferta local no es suficiente para satisfacer la demanda, los productores están dispuestos a aumentar la producción y volver a apostar por este cítrico que promete estabilidad durante todo el año.
¡El campo enfrenta desafíos, pero los productores están decididos a sobreponerse y seguir adelante con la dulce esperanza de la naranja!