La desidia y la negligencia del gobierno han dejado a la comunidad de Citilcum, Izamal, sumida en el caos tras las intensas lluvias de la anteanoche.
Los estragos fueron evidentes: aulas inundadas, alumnos desplazados y padres de familia desesperados exigiendo respuestas.
¿El culpable?
La obra inconclusa del Tren Maya, que ha dejado un minipaso deprimido a medio construir, convirtiéndose en un verdadero peligro para la comunidad.
Desde hace más de tres años, esta obra ha sido un símbolo de abandono y corrupción, mientras que los niños de las escuelas primarias Benito Juárez y Manuel Rodríguez Acosta sufren las consecuencias.
Las promesas incumplidas de entregar la obra antes del inicio del ciclo escolar 2023-2024 se han desvanecido en el aire, dejando a los padres de familia con pocas esperanzas de que la situación mejore.
Ahora, con el inicio del ciclo 2024-2025 en el horizonte, el escepticismo reina entre la comunidad.
La realidad es desoladora: un minipaso deprimido en estado deplorable, inundaciones que amenazan la seguridad de los niños y una gestión gubernamental que parece más interesada en excusas que en soluciones.
Mientras tanto, los afectados luchan por recuperar un sentido de normalidad en medio del caos que ha traído consigo la negligencia de la 4T.