En la selva del Pueblo Mágico de Tekax, Yucatán, se encuentra la encantadora comunidad de San Marcelino. Este poblado, que ha mantenido vivas sus costumbres y tradiciones mayas, se ha convertido en un atractivo turístico notable. Con su riqueza cultural y natural, San Marcelino ofrece una experiencia auténtica y única a los visitantes, atrayendo tanto a turistas locales como extranjeros.
Atractivos Turísticos y Patrimonio Ancestral
San Marcelino destaca por su patrimonio ancestral y sus diversos atractivos turísticos. Este pequeño poblado, habitado por poco más de 20 personas, ha conservado sus raíces culturales, lo que permite a los visitantes sumergirse en las tradiciones ancestrales de la comunidad maya.
La preservación de estas tradiciones es evidente en todos los aspectos de la vida cotidiana de sus habitantes, quienes aún elaboran sus alimentos con técnicas y productos cultivados por ellos mismos.
Programa de Recorridos Guiados
Uno de los aspectos más atractivos de San Marcelino es su programa de recorridos guiados, organizado por los propios habitantes. Encabezado por Luis Góngora Pech, iniciador del proyecto, estos recorridos permiten a los visitantes explorar la riqueza cultural y natural de la aldea. El primer punto del recorrido es la capilla del Cristo de las Ampollas, una construcción colonial que marca el inicio de la inmersión en la historia del lugar.
Talleres y Artesanías
Los visitantes también tienen la oportunidad de conocer el taller de bordados, donde se elaboran hipiles utilizando técnicas artesanales como el Xo’ok bi chuy (punto de cruz) y el bordado con máquina de pedal. Esta actividad no solo muestra la habilidad artesanal de los habitantes, sino que también permite a los turistas llevarse un pedazo de la cultura maya a casa.
Sendero Interpretativo y Museo
El recorrido continúa con el Sendero Interpretativo, una caminata entre la vegetación que incluye una visita a un pequeño museo. Este museo exhibe vestigios mayas encontrados en la zona, como figuras en piedra, metates y puntas de lanza, ofreciendo una ventana al pasado de la comunidad. Los turistas pueden apreciar la flora local, incluyendo árboles como el chakaj y el jabín, conocidos por sus propiedades curativas.
Jultunes: Formaciones Naturales
Uno de los puntos más fascinantes del recorrido son los jultunes, formaciones naturales de piedra caliza utilizadas por los mayas ancestrales para la recolección de agua de lluvia. Estas formaciones, rodeadas de la exuberante selva, ofrecen una visión del ingenio y la adaptación de los mayas a su entorno natural.
San Marcelino es un ejemplo brillante de cómo una comunidad puede preservar sus tradiciones y, al mismo tiempo, abrir sus puertas al turismo de una manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Gracias a sus prácticas autosustentables y la riqueza cultural que ofrece, este poblado se ha convertido en un destino obligado para quienes desean experimentar la autenticidad de la cultura maya. La iniciativa de los habitantes, especialmente la de líderes como Luis Góngora Pech, ha permitido que San Marcelino no solo mantenga viva su herencia ancestral, sino que también prospere como un atractivo turístico significativo en Yucatán.