En una madrugada tranquila, el mundo del cine perdió a uno de sus titanes. Donald Sutherland, el prolífico actor canadiense cuya carrera abarcó más de seis décadas, falleció a los 88 años. Su hijo, Kiefer Sutherland, confirmó la noticia el jueves, dejando un vacío en el corazón de muchos.
Un Protagonista de los Años 70
La carrera de Sutherland alcanzó su apogeo en la década de 1970. Era una época de cine impredecible y rebelde, y él encarnaba esos valores a la perfección. Películas como “M.A.S.H.” de Robert Altman y “Kelly’s Heroes” mostraron su habilidad para interpretar personajes poco convencionales y memorables. Con su sonrisa que podía ser dulce o diabólica, Sutherland se convirtió en un favorito de los directores de la época, trabajando con grandes como Federico Fellini y Bernardo Bertolucci.
El Hombre Detrás del Actor
Nacido en St. John, New Brunswick, Donald McNichol Sutherland comenzó su vida lejos del glamour de Hollywood. Hijo de un vendedor y una profesora de matemáticas, mostró su talento desde joven, siendo locutor a los 14 años. Inicialmente estudiante de ingeniería en la Universidad de Toronto, su pasión por la actuación lo llevó a cambiar de rumbo y perseguir una carrera en el teatro y el cine.
Íconos de una Generación
Sutherland no solo interpretaba personajes, sino que los vivía. Desde el encantador y rebelde Hawkeye Pierce en “M.A.S.H.” hasta el manipulador Presidente Snow en “The Hunger Games”, cada papel era una manifestación de su versatilidad y dedicación. Su colaboración con Robert Redford en “Ordinary People” demostró su capacidad para interpretar roles profundos y emocionalmente complejos, consolidando su legado en Hollywood.
Un Legado Eterno
A lo largo de su carrera, Sutherland nunca dejó de trabajar. Desde sus inicios en películas bélicas hasta sus últimos proyectos en televisión, su amor por la actuación era evidente. “Me encanta trabajar. Amo apasionadamente trabajar”, dijo en una entrevista de 1998. Esta pasión lo llevó a ganar dos Globos de Oro y un Emmy, y a recibir un Oscar honorífico en 2017.
Un Final Apropiado
En sus últimos años, Sutherland continuó desafiándose a sí mismo con papeles en televisión y cine. Su participación en “The Undoing” de HBO y su papel en “The Hunger Games” demostraron que su talento no disminuyó con el tiempo. Su libro de memorias, “Made Up, But Still True”, que se publicará en noviembre, será un testimonio final de su vida y carrera.
Despedida de un Grande
Donald Sutherland deja atrás un legado inigualable. Su hijo, Kiefer Sutherland, lo describió como “uno de los actores más importantes de la historia del cine”. Y es cierto. Desde su icónica sonrisa hasta su pasión inquebrantable por la actuación, Sutherland será recordado como un verdadero gigante de la pantalla. Descansa en paz, Donald Sutherland. Tu legado vivirá por siempre.