La comunidad de Chelem, un tranquilo rincón del municipio de Progreso, Yucatán, ha visto su paz perturbada por un extranjero que, desde su llegada, ha sembrado temor y discordia. Daniel B., un canadiense que junto a su pareja sentimental, Yahaira S., llegó con promesas de inversión y proyectos, pero pronto se convirtió en un foco de conflicto y tensión.
El Inicio del Conflicto
Todo comenzó con comportamientos que parecían, al principio, meras excentricidades. Daniel B. instaló un claxon de tren en su camioneta y moto, y lo hacía sonar a deshoras, despertando a los vecinos y alterando la tranquilidad de la comunidad. Pronto, estos actos de molestia pasaron a convertirse en algo mucho más oscuro.
Los habitantes de Chelem, al principio incrédulos, comenzaron a notar la desaparición de sus mascotas. Gatos y perros que eran parte de las familias locales empezaron a desaparecer, y las sospechas pronto recayeron sobre el canadiense. Daniel B. no solo mostraba un desprecio abierto hacia los animales, sino que, según los relatos de los vecinos, llegó a atropellar intencionalmente a un perrito llamado “Choqui”, un acto que lo llevó a ser vinculado por maltrato animal en junio de 2023.
Las Acusaciones se Multiplican
No pasó mucho tiempo antes de que la situación escalara aún más. Los vecinos, horrorizados por la crueldad de Daniel B., comenzaron a organizarse y manifestarse en su contra. En respuesta, el canadiense y su pareja reaccionaron con violencia. Tres norteamericanos que lideraban las protestas fueron atacados a golpes y mordidas por la pareja extranjera, lo que llevó a la apertura de varias carpetas de investigación.
El caso de Daniel B. no se limitó solo a maltratar animales. Se descubrió que, junto con sus empleados, lanzaba alimentos envenenados para eliminar a los animales callejeros que los residentes del puerto intentaban proteger. Este comportamiento sistemático y violento llevó a que se acumularan seis denuncias penales en su contra, de las cuales dos fueron judicializadas, una por maltrato y crueldad animal y otra por lesiones.
La Fuga de Daniel B.
En medio de la creciente presión legal, Daniel B. fue imputado y se le impusieron medidas cautelares: debía presentarse a firmar periódicamente, no podía salir del estado sin autorización judicial y debía someterse a vigilancia, además de no acercarse a sus víctimas. Sin embargo, en una decisión que dejó a muchos perplejos, la juez de control Suemy del Rosario Lizama Sánchez autorizó que Daniel B. se ausentara del país por motivos laborales e inversión, entre el 19 de junio y el 21 de agosto de 2024.
Pero Daniel B. nunca regresó. La fecha de su audiencia inicial, programada para el 27 de agosto, llegó y pasó sin que el canadiense hiciera acto de presencia. Este incumplimiento provocó que se le impusiera una multa de 20 unidades de actualización y que fuera declarado prófugo de la justicia. Ahora, las autoridades esperan que Daniel B. regrese a México para poder detenerlo y enfrentar las múltiples acusaciones en su contra.
El Impacto en Chelem
Para los vecinos de Chelem, la huida de Daniel B. es un alivio temporal, pero también un recordatorio de la vulnerabilidad de su comunidad. Han visto cómo un extranjero puede llegar y, en cuestión de meses, alterar profundamente la vida en su pequeño puerto. Sin embargo, la determinación de los residentes de seguir luchando por la justicia y por la paz de su comunidad no ha disminuido. Ahora, esperan que la justicia prevalezca y que su tormento, en la forma de Daniel B., finalmente enfrente las consecuencias de sus actos.