El consumo excesivo de alcohol se ha convertido en un problema de salud pública en Yucatán, donde las cifras de enfermedades graves relacionadas con este hábito, como la cirrosis hepática y la enfermedad alcohólica del hígado, no dejan de aumentar.
Un problema que no cesa
De acuerdo con datos recientes de la Secretaría de Salud de México (SSA), hasta el 2 de noviembre de este año se han registrado 183 casos de cirrosis hepática por consumo de alcohol, superando los 164 casos reportados en todo 2022.
Además, las intoxicaciones agudas por alcohol siguen siendo un problema constante. En la semana 44 del boletín epidemiológico, se reportaron 160 hombres y 40 mujeres atendidos por este motivo, reflejando un impacto desproporcionado en la población masculina.
Cirrosis hepática: un enemigo mortal
La cirrosis hepática, una de las principales consecuencias del consumo excesivo de alcohol, es una enfermedad que afecta la capacidad del hígado para funcionar correctamente. Según Mayo Clinic, este padecimiento provoca la formación de tejido cicatricial que dificulta la regeneración hepática, y en sus etapas avanzadas puede resultar mortal.
En 2022 se atendieron 94 casos de enfermedad alcohólica del hígado, cifra que ha aumentado un 18% en 2023, con 112 casos registrados.
Hombres, los más afectados
Los hombres representan el grupo más vulnerable, con 249 casos atendidos por enfermedades relacionadas con el alcohol en 2023, frente a 46 casos en mujeres. Este patrón refleja no solo una diferencia en los hábitos de consumo, sino también una mayor exposición a los riesgos asociados al alcoholismo en la población masculina.
Un desafío para la salud pública
El alza en los casos de enfermedades hepáticas y las intoxicaciones por alcohol exige una respuesta inmediata por parte de las autoridades. Las campañas de prevención, educación sobre los riesgos del consumo excesivo y la promoción de estilos de vida saludables son fundamentales para revertir esta tendencia.
En un estado como Yucatán, donde el consumo de alcohol se ha normalizado en diversos contextos sociales y culturales, es crucial trabajar en la concienciación y en la implementación de políticas públicas que reduzcan el impacto de este problema en la población.
Con el alarmante incremento de casos, la atención temprana y el acceso a tratamientos adecuados serán esenciales para frenar el avance de estas enfermedades y mejorar la calidad de vida de los yucatecos.