La tranquilidad de Dzilam de Bravo, una comunidad costera en Yucatán, se vio interrumpida por un incidente que puso en riesgo un proyecto ecoturístico de gran relevancia: la construcción del cenote “Chelem”. El pasado viernes 17, la Asociación de Lancheros Ecoturísticos denunció el robo de tablas que formaban parte del muelle en desarrollo, un acto que no solo afecta a la obra sino también al turismo sostenible de la región.
Un hallazgo inesperado
Todo comenzó cuando los trabajadores, al retomar las labores en la obra ubicada a tres kilómetros del municipio, notaron la ausencia de una cantidad significativa de madera especialmente tratada para resistir el ambiente salino. De inmediato, dieron aviso a la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Yucatán (SDS), entidad que cofinancia el proyecto, y se interpuso una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado de Yucatán, con sede en Motul.
El rastro de las tablas no tardó en salir a la luz. En una palapa particular, ubicada en la calle 9 entre 26 y 28 frente al malecón, se encontraron las maderas marcadas y facturadas. Estas presentaban un barniz protector y perforaciones que correspondían a su uso en el proyecto ecoturístico. La propiedad en cuestión pertenece a Juan Jesús C. A., conocido como “Chucho Erros”, quien no es ajeno a los señalamientos legales. En 2021, fue detenido por la Fiscalía General de la República por acopio ilegal de más de una tonelada de pulpo, lagarto y pepino de mar en temporada de veda.
La importancia del proyecto y las acciones legales
El cenote “Chelem” es una obra clave para la promoción del ecoturismo en Yucatán. Su construcción busca generar nuevas fuentes de ingreso para la comunidad y atraer visitantes interesados en disfrutar de los recursos naturales de manera sostenible. Sin embargo, el hurto de materiales representa un obstáculo significativo en su avance.
La SDS, junto con las autoridades estatales, inició una investigación para determinar responsabilidades y garantizar la continuidad de la obra. El objetivo es esclarecer los hechos y asegurar que acciones como esta no vuelvan a poner en riesgo el desarrollo turístico de la región.
Un llamado a la justicia y a la protección del turismo sostenible
El caso ha generado indignación entre la población y quienes impulsan el turismo ecológico en Dzilam de Bravo. Los lancheros y la SDS han enfatizado la necesidad de actuar con firmeza contra quienes buscan lucrar a costa de proyectos comunitarios. “El turismo sostenible no solo beneficia a las comunidades, sino que también protege nuestro entorno. Este tipo de acciones no deben quedar impunes”, señalaron representantes de la asociación.
Por ahora, la obra se encuentra en pausa mientras se repone el material sustraído, pero la comunidad confía en que el cenote “Chelem” será pronto un ejemplo de cómo el ecoturismo puede transformar positivamente a las localidades costeras de Yucatán.