En el marco de la Fiesta de la Candelaria, el Obispo Auxiliar de Yucatán, Pedro S. de J. Mena Díaz, transmitió un mensaje de paz y esperanza a los feligreses de este municipio, recordando la importancia de la fe y la unidad en tiempos de dificultad. En representación del Arzobispo Gustavo Rodríguez Vega, el Obispo Mena Díaz enfatizó que la esperanza no defrauda y que es fundamental mantener la luz de Cristo en el corazón de la comunidad.
Durante la homilía, el prelado reflexionó sobre la Presentación de Jesús en el templo a través de diversos pasajes bíblicos, destacando el papel de personajes como Zacarías, la Virgen María, San José y Simeón. Enfatizó la necesidad de que la luz de Cristo ilumine los momentos de crisis y perplejidad, haciendo un llamado a la comunidad de Tekit a mantener viva la fe y a erradicar problemáticas que afectan a la sociedad, como el consumo de drogas y la violencia.
“Jesús es la luz que ilumina las tinieblas y las sombras de muerte. Es esa luz la que necesitamos en estos tiempos de crisis, confusión y dolor”, expresó el Obispo, subrayando la importancia de la devoción eucarística en la comunidad.
Asimismo, resaltó la preocupación por la pérdida de valores en las nuevas generaciones y la insensibilidad ante la violencia. Recordó las palabras del Papa Pío XII sobre la “pérdida del sentido del pecado” y alertó sobre la necesidad de no normalizar el mal. Pidió a las familias ser vigilantes con el contenido al que están expuestos sus hijos en redes sociales y medios de comunicación.
En su mensaje, también destacó el papel fundamental de los padres de familia en la formación de sus hijos, tomando como ejemplo la figura de San José, quien actuó con justicia y fidelidad ante los designios divinos. Hizo un llamado a los padres a no descuidar la crianza y educación de sus hijos, asegurándose de guiarlos por el camino de la fe y los valores cristianos.
Finalmente, el Obispo Mena Díaz reiteró que Jesús provoca contradicción y que cada persona debe reafirmar su compromiso con la fe. En este sentido, exhortó a la comunidad a vivir la reconciliación con autenticidad y a buscar la paz verdadera. Citó al Papa Francisco en su llamado a no abandonar a los jóvenes y brindarles oportunidades para que no caigan en desesperanza o en el engaño de vicios destructivos.
Al concluir la Misa, se llevó a cabo un momento de oración y adoración ante Jesús Eucaristía, reflexionando con la oración del ángel de Fátima: “Señor, yo creo, adoro, espero y amo, te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no aman”. La celebración culminó con la bendición del Santísimo Sacramento, renovando la fe y el compromiso de la comunidad de Tekit en su camino de esperanza.