Mariana siempre soñó con marcar la diferencia en su comunidad. Estudiaba en el Instituto Tecnológico Superior del Sur de Yucatán (ITSSY) y sabía que el conocimiento adquirido en las aulas podía cambiar vidas. Pero había un reto: ¿cómo llevar todo ese aprendizaje al mundo real?
Ayer, en una reunión clave del Consejo de Vinculación en Oxkutzcab, su sueño comenzó a tomar forma. Empresarios, productores agrícolas y representantes de unidades de negocio se reunieron con las autoridades del ITSSY con un propósito claro: abrir las puertas del sector productivo a los estudiantes.
El director del ITSSY, Fernando Ayora Puerto, dio la bienvenida a todos los asistentes y lanzó una invitación especial: sumarse a esta gran iniciativa. ¿El objetivo? Crear acuerdos que permitan a los jóvenes realizar su servicio social y residencia profesional en empresas locales, donde sus conocimientos en investigación, ciencia y tecnología puedan potenciar la productividad y mejorar procesos.
Imagina a Mariana asesorando a un productor de miel en la optimización de su cosecha, o colaborando con una empresa en la mejora de sus sistemas tecnológicos. Ahora, gracias a estos convenios, ella y muchos otros estudiantes tendrán la oportunidad de demostrar su talento y prepararse para el futuro laboral con experiencia real.
Este es solo el comienzo de una nueva era para el ITSSY y su comunidad. La academia y el sector productivo han unido fuerzas para que el conocimiento trascienda y se convierta en oportunidades. Porque cuando se crean puentes entre la educación y la industria, el verdadero cambio comienza.