En la tranquila costa de Sisal, donde el mar dibuja cada atardecer con pinceladas de luz, se libra una disputa silenciosa pero feroz por el territorio. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha levantado una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República (FGR) contra presuntos invasores que han intentado lotificar terrenos federales ganados al mar.
La denuncia, interpuesta esta semana, busca frenar lo que Semarnat califica como un intento de apropiación ilegal de más de 37 mil metros cuadrados de terrenos costeros en Sisal, Yucatán. La zona, considerada propiedad de la nación, ha sido desmontada, quemada y marcada con mojoneras en un aparente esfuerzo por dividirla y venderla.
“Nadie puede disponer de estos terrenos sin concesión federal. Son propiedad de la nación”, advirtió la dependencia. Y aunque se han sostenido diálogos con los pobladores de la comisaría de Hunucmá —quienes aseguran que el terreno les pertenece por derecho de antigüedad—, las actividades ilegales continúan: apertura de calles, quema de vegetación y delimitación de lotes en la franja costera.
Semarnat señaló que actualmente existen tres procedimientos administrativos abiertos por este conflicto, mientras se integran las pruebas que determinen el daño ambiental causado.
Los terrenos en disputa suman tres superficies de 10,400 m², 12,600 m² y 14,784 m², y de acuerdo con lo documentado el 29 y 30 de abril, ya se habían comenzado a fraccionar.
La Semarnat recuerda que los permisos para cualquier uso comercial, de habitación o intervención en terrenos ganados al mar solo pueden emitirse con base en criterios técnicos, estudios de impacto ambiental y concesiones específicas, nunca por autoadjudicación o costumbre.
El conflicto en Sisal representa una nueva batalla entre el desarrollo urbano no planificado y la protección de los ecosistemas costeros, en una región donde el crecimiento turístico y comercial se cruza con la fragilidad ambiental.