La tarde de este martes, el rugido del Tren Maya se detuvo en seco en la estación de Izamal. Eran las 1:48 de la tarde cuando el convoy número 304, que cubría la ruta Cancún–Mérida, sufrió un percance inesperado: uno de sus vagones se descarriló justo al ingresar a la zona de andenes.
La empresa a cargo del megaproyecto confirmó en un comunicado que el incidente ocurrió a baja velocidad y que, pese al sobresalto, no se registraron personas lesionadas. Los pasajeros fueron desalojados con rapidez y trasladados en autobuses hacia sus destinos.
De inmediato se activaron los protocolos de seguridad y se conformó una comisión dictaminadora que ya investiga qué salió mal en este viaje. Mientras tanto, el resto de las operaciones del Tren Maya continuaron con normalidad en las demás estaciones.
La voz de una pasajera
Entre los testimonios que circularon en redes sociales destaca el de una usuaria identificada como “Amelia_la catrina”. Ella narró que viajaba rumbo a Mérida cuando escuchó el golpe seco que precedió al descarrilamiento.
“Al parecer otro vagón estaba parado, no sé si no alcanzó a frenar o si las vías no alcanzaron a cambiarse, pero desafortunadamente chocaron”, relató en un video grabado minutos después del incidente.
Con calma, la pasajera reconoció que había usado varias veces el servicio sin contratiempos, y restó dramatismo: “Los accidentes pasan, pudo haber ocurrido en cualquier parte del mundo”.
Lo que viene
La investigación oficial busca esclarecer las causas del percance en Izamal, mientras la mirada pública vuelve a fijarse en el Tren Maya, el proyecto ferroviario insignia del sureste mexicano que apenas comenzó operaciones y ya enfrenta su primer descarrilamiento.