La historia de la Pasión de Cristo cobra vida una vez más en las calles de Acanceh, Yucatán, mientras el municipio celebra la edición 44 de su conmovedora representación del Viacrucis.
Este evento anual, organizado por el grupo Parroquial Renacimiento de Acanceh, ha reunido a más de 6 mil espectadores, tanto locales como visitantes, en una muestra de devoción y tradición que perdura a lo largo del tiempo.
En esta ocasión, el papel protagónico de Jesús es interpretado por Juan Carlos Rivero Mukul, quien personifica el sacrificio y la redención a través de su emotiva actuación.
Desde su juicio hasta su crucifixión, Rivero Mukul lleva sobre sus hombros una pesada cruz de 120 kilogramos, recorriendo cerca de 2 kilómetros hasta llegar a la explanada municipal, donde se erige la majestuosa pirámide mayor.
El Viacrucis de Acanceh no solo es una representación teatral, sino un evento que reúne a la comunidad en un profundo acto de fe y reflexión.
Cada año, los habitantes del municipio se unen para revivir los últimos momentos de Jesús, desde su agonía hasta su resurrección, en un tributo conmovedor a la espiritualidad y la historia católica.
La entrega del cuerpo de Jesús a su madre María, personificada por Amayranny Blanco López, es un momento especialmente conmovedor que deja una marca indeleble en los corazones de los espectadores.
Es un recordatorio poderoso de la fuerza del amor maternal y el sacrificio divino, resonando en cada uno de los presentes.
El Viacrucis de Acanceh es más que una representación, es una experiencia que trasciende el tiempo y el espacio, uniendo a la comunidad en un acto de devoción y celebración de la fe cristiana.
En sus calles, la Pasión de Cristo cobra vida una vez más, recordándonos la importancia de la redención y la esperanza en nuestras vidas.