“Son los mismos revoltosos de siempre, los que se creen dueños del pueblo, pero ya cada vez menos gente les cree a ellos”, fue el malestar en común de varias vecinas de Sitilpech, comisaría de Izamal, quienes presenciaron como conocidos agitadores de la comunidad impidieron que continuaran las atenciones médicas otorgadas por la empresa Productos Pecuarios para el Consumo.
Desde las instalaciones del comisariado, el pasado viernes 12 de abril se pusieron a libre disposición de la localidad, servicios médicos generales a través del apoyo de la compañía productora porcina, que en tan solo unas horas registró más de 60 atenciones a mujeres y niños en su mayoría, previo a que según las testigos, de forma arbitraria y con el tiempo suficiente hasta para preparar pancartas, los agitadores irrumpieran en el lugar y amenazando a los médicos, personal de la empresa y hasta con los vecinas que esperaban la consulta, les exigieron que se retiren.
Una de las vecinas afectadas, que por temor a represalias pidió omitir su nombre, afirmó que no le pareció el actuar de los agresores de siempre, ya que se nublan por acusaciones de una supuesta afectación al agua del pueblo que llevan dos años sin probar nada y que incluso perdieron un juicio al respecto.
“No tienen derecho a elegir por nosotros lo que queremos o no queremos. Que hablen por ellos mismos, pero no limiten nuestros derechos como ciudadanos libres que somos”
Otra habitante visiblemente enfurecida cuestionó: “Ellos no son Sitilpech, apenas son un puñado de gente que no llega ni a 30 con todo y parientes obligados a apoyarlos y que a veces ya ni quieren salir cuando los llaman, ya vieron que es una pérdida de tiempo. En Sitilpech somos casi 2 mil personas, ellos no nos representan”.
El grupo de vecinas recordó que entre las acciones más polémicas de los represores fue el cierre de vialidades en 2023, lo que incluso orilló la intervención de las autoridades y que algunos fueran vinculados a proceso.