En un giro escalofriante de los eventos electorales, el apacible municipio de Cenotillo, Yucatán, se ha convertido en el epicentro de una intriga digna de una novela de suspenso. Ángel Cardoz Fernández, el valiente candidato a la alcaldía por el Partido Acción Nacional (PAN), ha sido blanco de graves amenazas de muerte. En un incidente que tiene a la comunidad en vilo, dos individuos identificados con el partido Morena, uno de ellos presuntamente armado con una pistola, han desatado el pánico.
Ayer por la tarde, el candidato denunció estos escalofriantes hechos ante el Ministerio Público en Izamal. Cardoz Fernández, con una voz que aún reflejaba el horror de la experiencia, narró cómo hace dos días, en pleno centro de Cenotillo, dos siniestros personajes irrumpieron en un establecimiento, exigiendo la presencia del candidato para, según sus propias palabras, “golpearlo”. Uno de los agresores, en una muestra de intimidación brutal, llevaba consigo una pistola, sembrando el terror entre los presentes.
“El principal acusado es un hombre de Cenotillo que frecuentemente viaja a Cancún”, declaró el aterrorizado candidato. Este individuo, cuyo nombre se resguarda en la denuncia, es ahora el epicentro de una investigación que podría desentrañar una red de intimidación política sin precedentes.
El Ministerio Público, en un intento desesperado por proteger la integridad del candidato y su familia, emitió una orden de protección. Sin embargo, la sombra del miedo persiste. ¿Quiénes son estos individuos? ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar para frenar a Cardoz Fernández?
La reacción del Comité Estatal del PAN no se hizo esperar. En un llamado urgente a las fuerzas políticas, exigieron poner fin a este ciclo de violencia e intimidación que amenaza con ensuciar el actual proceso electoral. “Condenamos cualquier tipo de violencia que se genere y confiamos en las autoridades judiciales para iniciar las investigaciones y se castigue a los culpables de las amenazas contra nuestro candidato en Cenotillo”, declaró el PAN Yucatán, en un comunicado cargado de indignación y temor.
Este suceso no solo sacude los cimientos de la política local, sino que también lanza una pregunta inquietante al aire: ¿Qué tan seguros están nuestros candidatos en esta contienda electoral? Mientras las investigaciones avanzan, Cenotillo permanece en un estado de alerta, con sus ciudadanos esperando que la justicia prevalezca y que el manto de miedo que ahora cubre el municipio sea finalmente levantado.
La trama apenas comienza. Manténgase atento a este periódico para más desarrollos de este caso que ha sacudido a Yucatán y podría cambiar el rumbo de la política en la región.