En una esquina de la colonia Vicente Guerrero, lejos del bullicio turístico del malecón y la rutina portuaria, un antiguo Cendi se convirtió por un día en un centro de sonrisas y empoderamiento. Mujeres, hombres y niños salieron con nuevos cortes de cabello… y muchas otras personas, con nuevos conocimientos culinarios. Todo, gracias a una jornada impulsada por el Ayuntamiento de Progreso y el liderazgo social del alcalde Erik Rihani González.
A través del Instituto Municipal de la Mujer (IMM), y en coordinación con el Instituto Molto Bella, se ofrecieron cortes de cabello gratuitos para todas las edades. La intención fue clara: aliviar el gasto familiar sin perder de vista la dignidad y el bienestar.
“Esto no es solo un servicio, es una muestra de que el gobierno municipal está cerca de su gente”, afirmó Luz Padrón Martínez, directora del IMM, acompañada por la regidora Carmen Gutiérrez Rebolledo. Ambas coincidieron en que este tipo de apoyos responden a la visión de un Progreso solidario y más humano.
Pero ahí no terminó todo. En el mismo espacio, el olor a levadura y tomate fresco invadía el ambiente. Era la tercera clase del taller de repostería, donde un grupo de mujeres elaboraba pizzas y pastas con entusiasmo. El curso, impartido por la empresa Santos Lugo —especializada en insumos para la industria alimentaria— forma parte de una iniciativa que busca no solo alimentar, sino abrir caminos hacia la autosuficiencia económica.
Estas acciones están enmarcadas dentro del programa 100xProgreso, bajo el eje Progreso Para Todos, con el que el Ayuntamiento brinda herramientas tangibles para mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan.
Con tijeras, harina y mucho corazón, Progreso sigue demostrando que el desarrollo también se construye desde lo más básico: escuchando, sirviendo y apostando por el talento de su gente.