Con el inicio del período más árido del año en el oriente de Yucatán, los ganaderos y apicultores de Tizimín están en alerta máxima.
La sequía, que se ha adelantado este año, junto con temperaturas extremadamente altas, está agotando rápidamente los pastizales, amenazando el sustento de los animales y la seguridad de la región.
El presidente municipal de Tizimín, Pedro Couoho Suaste, ha destacado la preocupación por el riesgo de incendios forestales que acompaña a esta temporada seca.
Incluso el más mínimo descuido, como una botella de vidrio en el camino, podría desencadenar una tragedia.
La colaboración entre las autoridades municipales, la Coordinación Estatal de Protección Civil (Procivy) y los bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) es fundamental para prevenir y controlar estos peligrosos eventos.
La Unión Ganadera Regional del Oriente de Yucatán (Ugroy) ha desempeñado un papel crucial en la respuesta a esta crisis.
Gracias a su coordinación con el municipio, se han implementado medidas preventivas y se ha provisto a los ganaderos de recursos vitales, como las bolas de silo, que permiten enfrentar la escasez de forraje y mantener a los animales alimentados en los corrales.
Hasta el momento, no se ha reportado la muerte de ganado, un alivio para una comunidad que depende en gran medida de su ganadería.
La unión y la acción concertada entre los sectores público y privado son la clave para superar estos desafíos.
En un momento en que la naturaleza se muestra implacable, la solidaridad y la previsión son nuestros mejores aliados para proteger nuestras tierras y nuestras comunidades.