En una mañana cálida en Oxkutzcab, un grupo de estudiantes del Instituto Tecnológico Superior del Sur de Yucatán (Itssy) se reúne con entusiasmo en el auditorio. Entre ellos, Mariana, una joven apasionada por la ingeniería y el desarrollo comunitario, escucha atentamente las palabras del director Fernando Ayora Puerto. Hoy es un día especial: la educación y el progreso están a punto de estrechar lazos.
A unos pasos, el Dr. Víctor Hernández Santos, de la Brigada de Educación para el Desarrollo Rural No. 124, observa con orgullo cómo se firma un acuerdo que marcará la diferencia. Este convenio no solo abrirá puertas para que estudiantes como Mariana realicen su servicio social y residencia profesional en comunidades de bajos recursos, sino que también llevará innovación y tecnología a zonas rurales que tanto lo necesitan.
Mientras los aplausos llenan la sala, Mariana sonríe. Ahora sabe que su conocimiento no se quedará solo en libros y aulas; pronto podrá aplicarlo para mejorar la vida de muchas personas. Con este acuerdo, el Itssy y la BEDR No. 124 han reafirmado un compromiso inquebrantable con la educación y el desarrollo comunitario.
Hoy, la esperanza y el conocimiento han sellado un pacto. Y el futuro de muchos está a punto de cambiar.