*La desaparición de prominentes empresarios el 11 de septiembre de 1986 sigue siendo una verdadera incógnita para muchos y una leyenda para quienes están inmersos en la actividad marítima y pesquera
* Zarpar en esa lujosa nave de recreo para ir a pescar y después no se volvió saber nada de la embarcación ni de ellos, simplemente desaparecieron y a pesar de la exhaustiva búsqueda por mar y aire, no se hallaron rastro de la embarcación ni sus ocupantes.
Por Francisco Chi Lavadores
PROGRESO, YUCATAN.- El misterio del yate “High Ball IV” que desapareció frente a las costas de este puerto el 11 de septiembre de 1986, sigue siendo una verdadera incógnita para muchos y una leyenda para quienes están inmersos en la actividad marítima y pesquera, así como de muchos ciudadanos que recuerdan este caso.
Este misterio, cumple hoy 36 años de haber ocurrido, cuando un grupo de prominentes empresarios locales decidieron zarpar en esa lujosa nave de recreo para ir a pescar y después no se volvió saber nada de la embarcación ni de ellos, simplemente desaparecieron y a pesar de la exhaustiva búsqueda que se llevó a cabo por mar y aire, no se hallaron rastro de la embarcación ni sus ocupantes.
Elementos de la entonces IX Zona Naval Militar y particulares iniciaron la búsqueda de las nueve personas, la mayoría directivos de los Clubes Rotarios de nuestra entidad, quienes salieron el día anterior del club de yates “Villa Dorada” en el puerto de abrigo “Yucalpetén” en la embarcación “High Ball IV”.
Para tratar de localizar a los presuntos náufragos también participaron embarcaciones y aeronaves privadas, entre ellas el aerotaxi del Grupo SIPSE cedido gentilmente por el director general del corporativo, Don Andrés García Lavín (+), pero a pesar de este gran esfuerzo no se logró el objetivo.
Los ocupantes eran Rafael Cervera Ortiz (propietario del yate, que contaba con casi dos décadas de uso); su sobrino Rafael Cervera Pérez, el Dr. Iván Rosado Núñez y Francisco Góngora Vela, presidente saliente y electo del Club Rotario de Mérida; Angel García Fernández, Miguel Portillo Contreras, este último presidente del Club Rotario Montejo; Alonso Hernández Cabrera, vicepresidente de la misma agrupación; Raúl Domínguez Ávila, director de la Academia Marden y director general del extinto Sistema Radio Yucatán así como el marinero Angel Pérez Espadas.
El entonces gobernador interino, Víctor Cervera Pacheco (+), ofreció todo su apoyo a las familias de los navegantes desaparecidos y durante más de seis meses se realizó la búsqueda sin resultado favorable, incluso surgieron toda clase de especulaciones acerca del paradero de los hombres de negocios.
Se decía que en su travesía se toparon con una lancha tripulada por presuntos narcotraficantes y al verse descubiertos, éstos abatieron a los navegantes yucatecos y luego dinamitaron el yate; también se dijo que la pequeña nave fue embestida por un enorme barco granelero y también que explotó debido a una acumulación de gas en el cuarto de máquinas.
Nunca se comprobó alguna de esas hipótesis y la desaparición del “High Ball IV”, hasta hoy permanece en el misterio y quizá nunca se sepa que fue lo que ocurrió en esa tragedia marítima que enlutó a varias familias yucatecas y como señalamos al principio, a 36 años de distancia el caso permanece hasta hoy en la enigma más profunda.
La excursión fue organizada por Cervera Ortiz en víspera de la toma de posesión de Góngora Vela con el fin de unificar al gremio rotario, los asistentes se citaron a las 4 de la madrugada en el puerto de abrigo “Yucalpetén” y esperaban regresar casi al caer la noche. Al no cumplirse ese plazo, sus familiares y las autoridades se angustiaron e iniciaron la búsqueda.
Los rotarios fueron a pescar al punto conocido como el “3.30”, a unas 16 brazas de profundidad, frente al puerto de Chuburná., donde abundan los bancos de numerosas especies marianas. Se estima que un yate con tales características hubiera tardado unas dos horas en llegar a su destino.
El yate, ensamblado por la casa “Chirs Craft” en los Estados Unido de América, antes fue propiedad de la familia Millet – Rendón, hasta que fue adquirido por Rafael Cervera Ortiz. El misterio del yate “High Ball IV” que desapareció frente a Progreso en 1986, sigue siendo una verdadera incógnita para muchos y una leyenda para quienes están inmersos en la actividad marítima y pesquera de este puerto, así como de muchos ciudadanos que recuerdan este caso.
El yate deportivo medía 11 metros de eslora, con casco de fibra de vidrio, camarote, cocineta, sus interiores estaban forrados con alfombra, su tanque tenía capacidad para 600 litros de combustible, llevaba provisiones para dos días de navegación, pero su radio de banda marina no funcionaba y por eso los tripulantes no pudieron pedir auxilio y éstos tampoco portaban chalecos salvavidas.