En el colorido mercado de Mérida, donde las manos de artesanos dan vida a piezas únicas que cuentan historias ancestrales, la noticia llegó como un rayo de esperanza. El Gobierno de Yucatán y el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) habían firmado un acuerdo histórico para proteger la creatividad y la originalidad de aquellos que, día tras día, ponen el alma en cada producto.
Don Lorenzo, un artesano de hamacas de hilos multicolores, se enteró del convenio mientras tejía en su taller, bajo la sombra de una ceiba. Su mirada se iluminó al escuchar que, finalmente, su trabajo tendría respaldo legal, evitando que imitaciones baratas dañaran el valor de su arte. Como él, decenas de emprendedores y creadores de toda la región sintieron una mezcla de alivio y orgullo.
El gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, en compañía de Santiago Nieto Castillo, director general del IMPI, y Ermilo Barrera Novelo, secretario de Trabajo y Economía, firmaron el convenio que promete fortalecer la propiedad industrial en el estado. Durante el acto, el mandatario expresó con firmeza que proteger las marcas, invenciones y creaciones yucatecas es fundamental en un mundo donde la globalización puede, a veces, amenazar lo propio.
“No se trata solo de negocios, se trata de proteger nuestras raíces y darle valor a nuestra identidad”, comentó el gobernador. Las palabras resonaron entre los asistentes, quienes aplaudieron con el corazón lleno de esperanza. El acuerdo contempla no solo la protección legal, sino también capacitaciones y descuentos en servicios de registro que varían del 50 al 90 por ciento, con especial enfoque en grupos vulnerables.
Santiago Nieto Castillo destacó la importancia de consolidar la innovación y la creatividad, asegurando que la colaboración entre el Gobierno de Yucatán y el IMPI es un paso estratégico hacia una economía más dinámica y competitiva. “Este convenio permitirá que las ideas y el trabajo de nuestra gente no solo sean reconocidos, sino respetados y respaldados legalmente”, puntualizó.
Para Don Lorenzo y muchos otros como él, esta alianza no solo representa un papel firmado, sino la promesa de que su arte estará protegido. Ahora, puede seguir tejiendo historias de hilos multicolores con la certeza de que su tradición no será amenazada por imitaciones ni despojada de su esencia.