A pocos meses del inicio de la temporada de sequía, los campos del sur de Yucatán viven un bullicioso despertar. En plena actividad, los productores agrícolas se han lanzado a la siembra de injertos de cítricos y frutales, entre los cuales destacan variedades como el limón persa sin semilla, la naranja dulce, la toronja, y la mandarina, además de mango de la variedad Tommy y mamey.
Los viveros de la región se han visto desbordados por la creciente demanda, no solo de productores locales, sino también de municipios vecinos y estados cercanos como Campeche y Quintana Roo. Esta expansión en la demanda de injertos refleja una tendencia de auge agrícola en el sur de Yucatán, con un crecimiento sostenido que ha caracterizado a la región en los últimos cinco años.
Con datos que indican que la venta mensual de injertos supera las 10,000 unidades, los viveros han demostrado su relevancia como motor económico para la región. Los productores buscan aprovechar al máximo las condiciones favorables de este periodo, con la firme intención de asegurar la estabilidad y sostenibilidad de los cultivos en los meses más difíciles del año.
El impulso de la agricultura en el sur de Yucatán no solo busca fortalecer la oferta de productos frescos, sino también garantizar un futuro próspero en un mercado altamente competitivo. Este esfuerzo por intensificar la siembra de injertos es una muestra del compromiso y trabajo constante de los productores para afrontar con éxito los retos que se avecinan en la temporada seca.