Ticul, Yucatán, 3 de la madrugada: Lo que comenzó como una celebración alegre y desinhibida terminó en caos en el local “El Castillo”, en la colonia Mejorada. La Excalibur Fest, organizada para celebrar Halloween y recaudar fondos para ayudar a una persona enferma, pronto se transformó en una verdadera escena de horror.
Desde el inicio de la noche, el ambiente en “El Castillo” vibraba con el espíritu festivo: jóvenes disfrazados y música que resonaba por todo el recinto. La fiesta de Halloween prometía ser el evento de la temporada en Ticul, con una cuota de entrada de $80, que además contribuía a una noble causa. Sin embargo, el descontrol no tardó en colarse en la velada.
El Estallido de la Violencia
Alrededor de las 3 de la madrugada, cuando muchos ya llevaban horas celebrando y el efecto del alcohol se hacía más evidente, la atmósfera se tensó de repente. Dos hombres, aparentemente ebrios, comenzaron a discutir en lo que varios testigos describieron como una disputa de celos. Las palabras subieron de tono y la ira pronto se tornó física, mientras algunos de los presentes intentaban separar a los agresores. Sus esfuerzos, sin embargo, no fueron suficientes. Uno de los hombres tomó una silla y la blandió como un arma, desatando el caos en el local.
La violencia estalló de manera descontrolada. Los gritos de quienes intentaban huir y el pánico generalizado comenzaron a reemplazar la música y el entusiasmo inicial de la fiesta. En cuestión de minutos, más de diez personas resultaron heridas, atrapadas en medio de una pelea en la que nadie parecía ser capaz de intervenir.
Llegada Tardía de la Policía
Los oficiales de policía llegaron al lugar cuando el enfrentamiento ya había terminado. Los responsables de la pelea, al percatarse de la presencia de las autoridades, huyeron del lugar, dejando atrás a los heridos y a los asistentes conmocionados. La policía no pudo detener a nadie, pues para entonces el local se había despejado, y quienes permanecían estaban aún en estado de shock.
Un Propósito Noble, Desdibujado por la Violencia
Para la organizadora de la fiesta, la señora L.C.R.M., el resultado de la noche fue devastador. La fiesta había sido cuidadosamente planeada para ayudar a alguien en necesidad, y, con los permisos municipales en regla, ella esperaba que todo transcurriera en un ambiente de paz y disfrute. Sin embargo, el consumo excesivo de alcohol y las disputas entre algunos asistentes desvirtuaron su noble propósito.
Reflexión y Preocupación en la Comunidad
El evento dejó una marca imborrable en Ticul, un recordatorio doloroso de cómo la violencia puede irrumpir en espacios que deberían ser seguros y festivos. La comunidad no solo lamenta lo ocurrido, sino que se muestra preocupada por la seguridad en eventos futuros y reflexiona sobre la importancia del consumo responsable.
Aquella noche de Halloween, que pretendía ofrecer diversión y apoyo, terminó en una pesadilla de heridos y caos que nadie en Ticul podrá olvidar pronto.