Por tercera vez desde su retiro, Andrés Manuel López Obrador dejó su rancho en Palenque. Esta vez no fue para presentar un libro ni para emitir una opinión política en redes. Fue para participar, presencialmente, en lo que él mismo llamó “un acto de justicia democrática”: la primera elección directa de jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial en la historia de México.
El exmandatario, quien gobernó de 2018 a 2024, apareció en la casilla poco antes de las 10 de la mañana, tranquilo, sonriente, vestido con una guayabera blanca y rodeado de un ambiente más ciudadano que presidencial. Emitió su voto, recibió seis boletas, y luego, con la naturalidad de quien siente haber cumplido su misión, ofreció un breve pero contundente mensaje.
“Es la tercera vez que salgo de mi rancho. Estoy escribiendo un nuevo libro, pero no podía dejar de participar en este proceso que le devuelve al pueblo el derecho a decidir sobre el Poder Judicial. Es un acto de justicia democrática”, declaró.
Con su presencia, López Obrador no sólo emitió un sufragio: reforzó el sello ideológico de la llamada Cuarta Transformación en un momento definitorio para las instituciones del país. La reforma judicial —promovida en su sexenio y respaldada recientemente por la presidenta electa Claudia Sheinbaum— abrió la puerta a este proceso inédito, el cual, según sus promotores, busca erradicar los privilegios y acercar el sistema de justicia a la ciudadanía.
Durante su mandato, el tabasqueño fue un crítico persistente del Poder Judicial, al que acusó repetidamente de operar al servicio de intereses privados. Esta elección, según él, responde a una deuda histórica con la democracia: “Nunca el pueblo había tenido este derecho. Por eso estoy aquí. Esta elección es histórica”.
Antes de retirarse nuevamente a Palenque, dejó un último mensaje, con carga simbólica y afectiva: “Confieso públicamente, tenemos a la mejor presidenta del mundo, Claudia Sheinbaum. Me da gusto saludarles y enviar un abrazo al pueblo”.
López Obrador volvió a la vida pública sólo por un momento, pero ese instante fue suficiente para confirmar que, aunque lejos de Palacio Nacional, su influencia sigue gravitando sobre el curso político del país. Esta elección judicial, impulsada por su visión, es una muestra más de que su legado busca trascender incluso desde el retiro.