¡Escándalo en el centro de la ciudad! Desde hace meses, un hedor insoportable ha estado asaltando los sentidos de los habitantes y visitantes de Valladolid. La calle 39 entre las calles 38 y 40 ha sido invadida por un nauseabundo olor, emanando de un depósito de basura oculto en un estacionamiento público.
Los ciudadanos, tanto locales como turistas, se ven obligados a taparse la nariz mientras luchan por atravesar este sector de la ciudad.
El depósito de basura, escondido tras láminas, solo se abre para recibir los desechos de los camiones recolectores, pero durante el resto del día, el olor tóxico se cierne sobre el área.
El impacto de este mal olor es devastador, afectando el medio ambiente y la calidad de vida de quienes viven o visitan esta zona.
¡Incluso los valientes turistas que se aventuran hacia el cenote Zací se ven obligados a enfrentar este calvario olfativo en pleno centro histórico!
¡Y eso no es todo! A solo 30 metros de este foco de hediondez se encuentra el bullicioso bazar municipal, repleto de vendedores y compradores que ahora deben soportar este olor repugnante.
Además, los negocios cercanos, desde pequeños hoteles hasta cafeterías y tiendas de artesanías, se ven afectados por esta plaga de malos olores.
¿Cuánto tiempo más tendrán que soportar los ciudadanos de Valladolid este ataque a sus sentidos?