El agua cristalina del cenote de Popolá, en Yaxcabá, dejó escapar este fin de semana un suspiro de alivio. Tras horas de trabajo, un grupo de buzos emergió con costales cargados de residuos: botellas de plástico, bolsas, latas y objetos que nunca debieron llegar hasta ahí. Al final de la jornada, el conteo fue claro: 104.3 kilogramos de desechos retirados, de los cuales 73.4 fueron extraídos directamente del interior del cenote.
La iniciativa, organizada por la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) del Gobierno del Estado en coordinación con el Ayuntamiento de Yaxcabá y la empresa Empaques Nova, se enmarca dentro de la Estrategia para la Conservación de Sistemas Kársticos en Yucatán.
“Sin ecosistemas sanos es difícil alcanzar el desarrollo”, recordó Elsy María Sáenz Pérez, directora de Gestión y Conservación de Recursos Naturales de la SDS. En su mensaje, subrayó que los cenotes son la principal fuente de agua en la región y que hoy se tienen más de 3,050 registrados en el estado, por lo que la limpieza y el monitoreo constante son vitales.
El alcalde de Yaxcabá, Genri Alberto Pacab Herrera, agradeció el apoyo estatal y destacó que el saneamiento beneficia de manera directa a la población: “Es proteger el medio ambiente y al mismo tiempo preservar una de nuestras principales fuentes de agua”.
La jornada no solo dejó un cenote más limpio, sino también una comunidad más consciente. Niños y familias participaron en actividades de educación ambiental, se entregaron 150 árboles para reforestar patios y espacios públicos, y hasta hubo lugar para la diversión con el show Drilo Cocodrilo, que transmitió mensajes de cuidado ambiental a los más pequeños.
Así, Popolá no solo recuperó un poco de la pureza de su cenote, sino también la certeza de que la conservación empieza con la unión de esfuerzos entre autoridades y comunidad.