En medio de un contexto económico que sigue evolucionando, el precio de la tortilla en los municipios del sur del Estado se mantiene firme. A pesar de los desafíos del mercado y las fluctuaciones en otros productos, el kilogramo de tortilla sigue vendiéndose a 26 pesos, tal como se fijó el año pasado. ¿Qué está detrás de esta estabilidad y qué desafíos enfrentan las tortillerías para mantener este precio?
La resistencia al cambio y la adaptación al nuevo mercado
Mientras algunos negocios se adaptan a las nuevas demandas, como el servicio de entrega a domicilio, otros aún luchan con el cambio. En el sur del Estado, la mayoría de las tortillerías han incorporado la entrega a domicilio, una tendencia que creció especialmente después de la pandemia del COVID-19. Sin embargo, no todas han logrado dar este paso. Varias de ellas han cerrado sus puertas porque no estaban dispuestas a transformar su modelo de negocio, prefiriendo seguir atendiendo a los clientes de manera tradicional, en el establecimiento.
A pesar de estos cambios, la mayoría de los negocios que decidieron implementar el servicio a domicilio continúan vendiendo el kilo de tortilla a 26 pesos, manteniendo el precio sin alteraciones. Los propietarios de las tortillerías explican que este precio se mantendrá mientras los costos de la materia prima no se disparen.
El precio de la materia prima y el futuro del precio de la tortilla
Los dueños de tortillerías han destacado que el precio de la harina y otros insumos es el factor determinante para cualquier cambio en el precio del producto final. Por ahora, el costo se mantiene estable debido a que no ha habido un aumento significativo en estos insumos. Sin embargo, la incertidumbre económica podría generar cambios en los próximos meses, lo que podría repercutir en el costo final de la tortilla.
Un cambio en la cultura del consumo
El modelo de negocio tradicional está enfrentando un cambio en la cultura del consumo, especialmente después de la pandemia. La entrega a domicilio se ha convertido en una práctica común que muchos consumidores valoran, y las tortillerías que se han adaptado a este nuevo enfoque han logrado mantenerse competitivas. Para muchos, el tener acceso a la tortilla sin salir de casa se ha convertido en una comodidad que, aunque más costosa para el negocio, representa una oportunidad de crecimiento.
¿Un precio fijo por más tiempo?
A medida que los propietarios de tortillerías continúan monitoreando el mercado, la pregunta que queda es si el precio de la tortilla seguirá estable. Con los precios de los insumos bajo control, es probable que el costo de la tortilla permanezca en 26 pesos por el momento, pero, como siempre en el mercado, los vientos económicos podrían cambiar, llevando consigo un aumento inevitable en el precio de este alimento básico.
La tortilla, un símbolo de resistencia en tiempos de cambios, sigue siendo accesible para muchas familias, pero la forma en que se vende y su precio futuro son cuestiones que, sin duda, seguirán dando de qué hablar.