En una sala de juntas donde se mezclaban mapas, planos y proyecciones digitales, el gobernador Joaquín Díaz Mena encabezó este lunes una reunión decisiva: la revisión del avance del nuevo Puerto de Altura de Progreso, una obra que, según se informó, ya supera el 60% de progreso y que se perfila como una de las infraestructuras estratégicas más importantes del estado.
El encuentro reunió a representantes de Asipona Progreso, de la Secretaría de Marina y del Gobierno del Estado, quienes repasaron punto por punto los avances técnicos, los retos por resolver y los tiempos de entrega. No era una reunión ceremonial: era una mesa de seguimiento donde cada detalle importaba.
Una obra que redefine al puerto
Díaz Mena abrió la discusión con un mensaje directo: la ampliación y modernización del Puerto de Altura no es solo un proyecto de infraestructura, sino una apuesta por el futuro logístico, turístico y energético de Yucatán.
“Necesitamos mantener una comunicación permanente para que todo avance en tiempo y forma”, dijo el mandatario, subrayando que esta obra forma parte del paquete de proyectos estratégicos del estado.
A su lado, el almirante retirado Jorge Carlos Tobilla Rodríguez, director de Asipona Progreso, detalló los avances técnicos: trabajos marítimos, ampliación de muelles y adecuaciones que permitirán recibir embarcaciones de mayor calado. El objetivo es claro: hacer de Progreso un puerto más competitivo, tanto para el comercio internacional como para la industria de cruceros.
Reuniones semanales, revisiones mensuales y una coordinación milimétrica
El Coordinador de Proyectos Estratégicos, Dafne López Martínez, señaló que el avance constante se debe a una rutina estricta: reuniones semanales para dar seguimiento a acuerdos y revisiones mensuales de alto nivel para garantizar que nada quede al aire.
Es un engranaje de varias instituciones que deben avanzar al mismo ritmo.
“Estos encuentros han sido clave para resolver pendientes y mantener el rumbo del proyecto”, apuntó.
Un interés que cruza fronteras
Durante la reunión, Díaz Mena compartió un dato que añadió un matiz internacional a la discusión. En su reciente visita a la Ciudad de México, conversó con el presidente de Singapur, quien expresó interés en el Puerto de Altura y en su potencial logístico y energético.
La mención no fue menor: Singapur es uno de los mayores referentes portuarios del mundo. Su interés habla de las posibilidades que esta obra podría abrir para Yucatán en términos de inversión extranjera, tecnología y cadenas globales de suministro.
Un proyecto que avanza hacia la recta final
Mientras la presentación avanzaba, quedó claro que el Puerto de Altura no es solo un proyecto en ejecución: es una pieza clave de la visión del “Renacimiento Maya”, como ha llamado el gobierno estatal a su estrategia de desarrollo.
La ampliación permitirá aumentar la capacidad de carga, agilizar operaciones y recibir embarcaciones más grandes, consolidando a Progreso como un nodo logístico regional.
Al cierre del encuentro, la sensación general era de avance sólido, pero también de responsabilidad compartida: cada decisión, cada ajuste técnico, cada coordinación interinstitucional influye en el rumbo de una obra que marcará el futuro del estado por las próximas décadas.
Progreso avanza, y el nuevo Puerto de Altura ya empieza a perfilarse como el mayor salto logístico de Yucatán en el siglo XXI.