La arena vuelve a abrazar a Progreso. Tras años de erosión que han reducido el encanto de una de las playas más visitadas por locales y turistas, el municipio arrancó un ambicioso proyecto de recuperación costera que promete devolverle vida al malecón tradicional.
El alcalde Erik Rihani González anunció que, en coordinación con el Gobierno del Estado y la Semarnat, comenzaron los trabajos para restaurar la línea costera. En esta primera etapa se verterán 1,500 metros cúbicos de arena —proveniente del dragado en el puerto de Sisal—, garantizando su compatibilidad con el ecosistema marino.
Además de recuperar el espacio para la recreación y el turismo, la iniciativa tiene un impacto social y ambiental: el dragado beneficia a pescadores locales y la arena sirve para reforzar un ecosistema que sufre los estragos del cambio climático y la urbanización.
Los primeros trabajos se concentran en la playa incluyente, que permanecerá cerrada temporalmente, para luego avanzar hacia la zona de las icónicas letras de Progreso. “Este es un proyecto sostenible que busca rescatar el malecón, orgullo y punto de encuentro de cientos de familias progreseñas”, destacó Rihani.
Con este esfuerzo, Progreso no solo recupera arena, sino también un pedazo de su identidad.