El caimito, una fruta tradicionalmente cultivada en pequeñas superficies dentro de unidades agrícolas o en los patios de las casas de los municipios del Cono Sur de Yucatán, enfrenta un panorama complicado este año. La sequía registrada el año pasado ha dejado huellas significativas, lo que impactará directamente en la producción.
Ciclo de cultivo del caimito
Esta fruta tropical comienza su floración en el mes de octubre, para luego dar paso a la cosecha durante los meses de febrero a mayo. Es conocida por adaptarse bien al suelo y clima de Yucatán y por presentar pocas plagas, lo que la convierte en un cultivo de bajo mantenimiento. Aunque no se siembra en grandes extensiones, su producción tiene un mercado atractivo: una caja de 18 kilogramos de caimito se vende entre 200 y 300 pesos en temporada alta.
Impacto de la sequía en la cosecha
Sin embargo, para la próxima temporada de cosecha, los productores pronostican una disminución considerable en los rendimientos.
“La floración fue escasa debido a la falta de lluvias el año pasado, y eso se reflejará en una cosecha muy pobre”, mencionaron agricultores locales.
Propiedades y beneficios del caimito
A pesar de las adversidades, el caimito sigue siendo una fruta apreciada por sus propiedades nutritivas. Rica en vitaminas del complejo B1 y B6, así como en calcio y vitamina D, esta fruta refuerza el sistema inmunológico y contribuye al buen funcionamiento del sistema digestivo.
Con este escenario, los agricultores esperan que las condiciones climáticas mejoren en los próximos ciclos para recuperar la producción de esta valiosa fruta que forma parte de la tradición y la economía local.