Tras una intensa sequía en la Península de Yucatán, el paisaje ha experimentado una transformación sorprendente con las recientes y abundantes lluvias de junio.
Comparando imágenes captadas con un mes de diferencia, se observa un cambio radical: de un paisaje árido y seco a uno exuberantemente verde, marcando la recuperación de la selva maya.
El mes de junio ha superado las expectativas con precipitaciones significativas por encima de la media histórica. En Mérida, por ejemplo, el pasado 24 de junio se registraron 227.6 mm de lluvia, uno de los eventos más destacados de la temporada.
El pronóstico indica que las lluvias continuarán, impulsadas por una onda tropical activa que podría tener efectos ciclónicos en la región. Aunque se espera que no alcance categoría de ciclón tropical en el Caribe, sigue siendo un fenómeno que beneficia la vegetación, la agricultura local y el abastecimiento de agua en la región.
Este reverdecimiento no solo es un espectáculo visual, sino un indicador de la resiliencia natural frente a los ciclos climáticos extremos.
Las lluvias ofrecen esperanza de recuperación ambiental y económica para las comunidades locales, dependientes de los recursos naturales de la región.