Era una tarde tranquila en la colonia Nueva Yucalpetén, pero algo oscuro se cernía sobre un vecino del lugar. Un hombre, armado con lo que parecía un arma de fuego, irrumpió en su propiedad, amenazando su vida y exigiendo sus pertenencias. Temiendo por su seguridad, el afectado no dudó en entregar todo lo que tenía, pero el miedo persistía mientras el agresor huía a toda prisa.
Lo que parecía un momento de total desesperación dio paso a una acción decidida. El afectado no se quedó de brazos cruzados, sino que inmediatamente llamó a la policía para reportar el robo. La Dirección de Seguridad Pública y Tránsito de Progreso respondió con prontitud, enviando una unidad para recabar los detalles del incidente: las características del sospechoso y los objetos robados.
La reacción fue rápida y precisa. Gracias a la valiosa información proporcionada por la víctima, los oficiales iniciaron una búsqueda intensiva en las calles cercanas. No pasó mucho tiempo antes de que el sospechoso fuera localizado. Al darse cuenta de que los policías se acercaban, intentó huir, pero no pudo escapar de la vigilancia y el trabajo coordinado de las autoridades.
El individuo fue detenido sin mayores incidentes, y trasladado al Ministerio Público, donde se procedió con las investigaciones correspondientes. Los elementos de la policía no solo demostraron su compromiso con la seguridad, sino también su eficacia al lograr que la detención fuera considerada legal ante la autoridad judicial.
Este acto de valentía y eficacia no solo refuerza la confianza de la comunidad en su policía, sino que también envía un mensaje claro: el crimen no tiene cabida en Progreso.