Junio ha llegado junto con un desafío persistente para el sector agrícola en Yucatán debido a la prolongada temporada de sequía. Esta situación ha tenido un impacto significativo en los precios y la calidad de los productos agrícolas, afectando tanto a agricultores como a consumidores.
En el mercado Lucas de Gálvez, los comerciantes han observado una tendencia preocupante con el precio del limón, que se ha mantenido en un rango de 13 a 20 pesos por kilo. La calidad del producto ha disminuido considerablemente, con limones pequeños y, en algunos casos, secos.
La falta de lluvias impide que los limones crezcan hasta alcanzar su tamaño normal. Como resultado, las cajas de limón, que se venden a 140 pesos por 18 kilos, contienen frutos más pequeños. Aunque el precio es relativamente bajo, la calidad sigue siendo un problema.
Durante un recorrido de Novedades Yucatán por el mercado, varios comerciantes compartieron su preocupación por la situación actual. Mencionaron que, aunque quisieran ajustar los precios debido al tamaño reducido de los limones, esto es prácticamente imposible. Esta realidad los obliga a bajar los precios, pero también a enfrentarse a una calidad de producto que no satisface completamente las expectativas de los consumidores.
La situación es similar en los supermercados de prestigio, aunque con algunas variaciones en el producto. El limón sin semilla, que es más pequeño y presenta manchas verdes, se encuentra a 38.90 pesos por kilo. En contraste, el limón con semilla se vende a 27 pesos por kilo. La diferencia en precio y calidad es notable, y los consumidores deben elegir entre estos dos productos.
Esta crisis agrícola subraya la necesidad de soluciones sostenibles y de apoyo a los agricultores locales para enfrentar los desafíos climáticos y asegurar la calidad de los productos que llegan a la mesa de los yucatecos.