El huracán Milton dejó una huella en las costas de Yucatán, pero junto con los vientos y las olas, también surgió una marea de solidaridad. En los días posteriores al ciclón, las comunidades afectadas comenzaron a recibir el apoyo necesario para enfrentar las consecuencias de la tormenta. Las despensas de ayuda alimentaria, gestionadas por el Gobierno del Estado, encabezado por Joaquín Díaz Mena, han llegado a los hogares de las familias en Río Lagartos, Las Coloradas y varias comisarías de Tizimín, como El Cuyo, Santa Rosa, Samaria y Santa María.
La mañana era calurosa, y aunque el huracán ya había pasado, los recuerdos de la tormenta aún eran frescos en la mente de los habitantes. El gobernador Joaquín Díaz Mena, acompañado por su esposa Wendy Méndez Naal y la alcaldesa de Río Lagartos, Yesenia Loría Marfil, encabezó la entrega de despensas casa por casa, en un gesto que simbolizó el respaldo incondicional a las familias de la región. La presencia del Gobernador y su comitiva fue recibida con agradecimiento y esperanza, mientras los pobladores veían llegar el apoyo directo a sus puertas, llevado por personal de diversas dependencias.
Una labor coordinada y eficaz
El esfuerzo para llevar ayuda a todos los afectados no fue menor. Más de 200 brigadistas, coordinados por la directora del DIF Yucatán, Shirley Castillo Sánchez, se movilizaron para entregar despensas a más de 2,000 familias. Cada rincón, cada hogar de las comunidades afectadas, recibiría esta ayuda que, en muchos casos, significaba una mano amiga en un momento de gran necesidad.
“Qué bueno que no nos tocó el huracán”, mencionaba el Gobernador durante la entrega, refiriéndose al hecho de que, afortunadamente, no hubo víctimas humanas. “Hicimos lo que teníamos que hacer: prevenir a los ciudadanos”, subrayó, destacando la importancia de la cultura de la prevención en Yucatán, un aspecto que, sin duda, contribuyó al saldo blanco que se reportó después de la tormenta.
Díaz Mena agradeció de manera enfática el apoyo de las autoridades locales, la Sedena, la Marina, la Guardia Nacional, y la Secretaría de Seguridad Pública del estado (SSP), entre otras instituciones que se volcaron para ayudar. Este trabajo conjunto permitió que la ayuda llegara rápido y de manera eficiente, en un despliegue logístico que involucró a todos los niveles de gobierno.
Preocupación desde la capital
En medio de la jornada, el Gobernador compartió con orgullo una anécdota. “A las 5 de la mañana, me llamó la presidenta Claudia Sheinbaum, preocupada por los yucatecos ante el embate de Milton”, narró. Esa llamada, que mostraba el interés y la preocupación desde la capital del país, fue una oportunidad para reportar con satisfacción que no se habían registrado víctimas humanas, un alivio para todos los involucrados en la prevención del desastre.
Un mensaje de esperanza
Con las despensas en mano y el apoyo fluyendo, el Gobernador no dejó pasar la oportunidad de ofrecer un mensaje de aliento a la población afectada. “No están solos”, dijo, reafirmando el compromiso de su gobierno con las comunidades del oriente de Yucatán. “Vamos a estar siempre pendientes de todos los puertos, con cariño especial para los del oriente que me han dado tanto”, concluyó, asegurando que la ayuda continuará llegando en los días siguientes, cuando visitará más localidades costeras.
La jornada de entrega en Río Lagartos y sus comisarías fue un recordatorio de que, después de cada tormenta, la solidaridad y el apoyo mutuo son los pilares que permiten a las comunidades levantarse. El paso del huracán Milton dejó estragos, pero también reforzó los lazos entre los yucatecos, quienes, con la ayuda del gobierno y el esfuerzo de sus autoridades, miran hacia adelante con optimismo y fortaleza.