Detrás de la reelección de Wilberth Alfonso Nahuat Puc como subcomisario de Santa María Chí, el pasado 24 de noviembre quedó un mensaje muy claro: más de la mitad de la subcomisaría de Mérida no está a su favor.
De alrededor de 500 habitantes de la subcomisaría, de acuerdo con cifras oficiales, ese último domingo de noviembre solo ejercieron su voto 268 personas, participación que apenas superó la mitad de las personas que viven en dicha población meridana, ¿por qué no habrá salido a votar más gente en Santa María Chí?, ¿acaso ninguna de las opciones motivó o inspiró confianza en la gente de la localidad?
Aquel domingo el subcomisario obtuvo 172 votos contra 58 del segundo lugar y 35 del tercer candidato, lo cual representa que de un padrón de 450 personas con credencial de elector en Santa María Chí, solo el 38 por ciento de la comunidad votó por él, significando que el 62 por ciento le negó su confianza, muchos por segunda ocasión.
Si bien Nahuat Puc ha presumido en entrevistas con medios de comunicación que sus votos aumentaron de la primera elección en comparación con este segundo proceso, la diferencia no ha sido suficiente para convencer ni a la mitad de la comunidad después de observar su forma de trabajar en los primeros tres años.
De hecho muchos pobladores, que se reservaron en el anonimato por temor a represalias y protección a su integridad, compartieron que muchos no salieron a votar para no ser presionados y hostigados por Nahuat Puc, y otros salieron por medio de apoyos prometidos con respaldo de la inmobiliaria Orve que tiene un megaproyecto a menos de un kilómetro de la subcomisaría.