Lo que comenzó como una tranquila jornada de pesca en el puerto de El Cuyo, Tizimín, terminó convertido en minutos de angustia. José F. C. C., de 44 años, y su hijo de 12 años, fueron arrastrados mar adentro por una corriente traicionera que puso sus vidas en peligro, a solo 25 metros de la orilla.
Todo sucedió en cuestión de segundos. El menor, mientras pescaba junto al muelle, soltó accidentalmente una cubeta al mar. Sin pensarlo, se lanzó para recuperarla, sin medir la profundidad ni la fuerza de las corrientes en esa zona. Su padre, al verlo en apuros, saltó tras él en un desesperado intento de rescatarlo. Sin embargo, ambos quedaron atrapados por el implacable oleaje.
La escena fue presenciada por los elementos de la Policía Municipal, Rosa María Ucán Mendoza y Deysi Patricia Can Kantún, quienes no dudaron en actuar. En una intervención rápida y decidida, se adentraron en el mar y lograron poner a salvo a padre e hijo, evitando una tragedia.
Paramédicos locales atendieron a ambos en el sitio. Afortunadamente, no presentaron lesiones físicas graves, aunque el susto les provocó una severa crisis nerviosa. Por precaución, se les recomendó acudir a una valoración médica más completa.
Las autoridades aprovecharon el incidente para reiterar el llamado a respetar las zonas seguras, especialmente en áreas donde las corrientes pueden ser impredecibles. Advirtieron que actividades como la pesca recreativa deben realizarse siempre con precaución, para evitar que una tarde familiar termine en tragedia.