En Tekax, cada calle tiene una historia. Algunas hablan de años de abandono, de baches que se hicieron parte del paisaje y de caminos que parecían resignados al olvido. Pero en los últimos meses, esas mismas calles están escribiendo un capítulo distinto: uno de transformación.
Desde muy temprano, antes de que el sol termine de asomarse entre los cerros, las cuadrillas de Obras Públicas ya están en movimiento. El sonido de las revolvedoras, las palas y el ir y venir de camiones marca el pulso de una ciudad que eligió avanzar. Es la promesa del alcalde Manuel Vallejos hecha acción: devolverle dignidad a las vialidades de la cabecera municipal y a las de cada comisaría que también espera ser escuchada.
La calle 68 —entre la 57 y la 59— es uno de esos puntos donde el cambio ya se siente. Antes, los vecinos se acostumbraron a esquivar baches y charcos eternos después de la lluvia. Hoy, observan cómo una nueva vialidad empieza a tomar forma. No será la única. En Chunchucum y en varias comisarías, otros proyectos arrancan casi al mismo tiempo, como si Tekax hubiera decidido levantarse de golpe y sacudirse años de rezago.
Mientras las nuevas obras avanzan, el programa permanente de bacheo sigue recorriendo la ciudad, atendiendo reportes, reparando calles y recordando que la infraestructura también se construye con constancia. Esta semana tocó a la 64 —entre 55 y 57— y a la 47 —entre 46 y 44—, donde los trabajadores restauraron zonas que llevaban tiempo pidiendo atención.
“Sé que faltan muchas calles”, admite el alcalde Vallejos, “pero estamos recuperando una a una las que heredamos en malas condiciones. Las obras hablan por sí solas”.
Y es cierto: Tekax hoy suena distinto. Huele a mezcla fresca, a progreso, a camino nuevo. Los vecinos lo ven, lo comentan, lo agradecen. La ciudad se está reconstruyendo y, en el proceso, también está recuperando la confianza de su gente.
Cada tramo pavimentado es más que infraestructura: es una historia que cambia, una comunidad que avanza y un Tekax que vuelve a levantarse, calle por calle.
