Decido estudiar psicología porque la mente humana siempre me ha parecido intrigante e interesante, me cuestionado constantemente ¿el por qué hacemos lo que hacemos?, me gusta escuchar y sentir que puedo aportar algo a la vida de los demás
Mi nombre es María Amairaní Basto Poot, soy originaria de Tekax, actualmente radico en la ciudad de Mérida por cuestiones de mi trabajo principal.
A pesar de emprender en distintos momentos durante mi formación en la licenciatura, revendía accesorios, relojes, chokers que yo creaba, además de ofrecía aretes que estaban de moda, entre algunas más cosas, nunca se había consolidado como AmyColors, emprendimiento quien surge durante pandemia.
Las ideas para el proyecto llegan tras visitar a la mamá de mi novio y al ver que tenía un sujetador de lentes me pareció muy cool y sin mucho que pensarle decidí hacer uno para mí con los materiales que mi mamá tenía en casa, desde ahí se me ocurrió que podría ser útil para el cubrebocas, a partir de ello empecé a inspirarme y crear cosas nuevas.
Luego publiqué en una página de Facebook de mi municipio los sujetadores y empecé a venderlos, fue en julio de 2021. Con el paso del tiempo me puse a investigar materiales de mejor calidad, a mejorar mis fotos, hacer la publicidad y a vender más que solo sujetadores o colgantes para cubrebocas, sobre la marcha cada vez fue tomando forma.
Para la producción destino cuatro días de la semana, literalmente aprovecho todo el día, y los 3 restantes soy maestra hasta las 3:00 p.m. llegando a casa nuevamente me pongo a trabajar en AmyColors el tiempo lo volví mi aleado.
Realmente soy autodidacta en el mundo de la bisutería artesanal, solita fui aprendiendo y cuando de plano algo no sabía cómo hacerlo, investigo y practico hasta lograr los diseños que actualmente tengo.
AmyColors produce pulseras, collares de perlas sintéticas y de rio, collares básicos de cristales con dijes de chapa de oro, collares con ojos turcos que me fascinan. Aretitos, llaveros y lo que se les ocurra.
Al inicio me llevaba de 2 o 3 horas terminar un sujetador o collar, hoy por hoy me lleva aproximadamente 30 minutos, todo gracias a la creatividad y las combinaciones que para mí no tienen limitante.
Mis primeros clientes fueron unas mujeres de Tekax que confiaron plenamente en mis diseños, también mis amigos y amigas, pero sobre todo mi propia familia quienes han estado siempre, desde luego poseen mis productos y sobre todo lo recomiendan.
Realmente me siendo enteramente agradecida, en la pandemia muchos sobrevivimos tras descubrir nuestros dotes ocultos, pero mantenerse es el gran reto”.
Créditos: Habitante