El bullicio matutino del Centro de Mérida es inconfundible: vendedores ambulantes ofreciendo sus productos, trabajadores apurados buscando transporte y el constante vaivén de camiones y combis que, hasta hoy, han seguido la misma ruta de siempre. Pero a partir de mañana, el panorama cambiará de nuevo.
Es viernes 31 de enero y con él llega la segunda reubicación de paraderos del Va y Ven en lo que va del mes. Quince nuevos puntos de ascenso y descenso serán trasladados a diferentes ubicaciones con la promesa de mejorar la movilidad, reducir tiempos de espera y hacer más seguro el flujo de vehículos y peatones en el centro de la ciudad.
No es la primera vez que ocurre. Apenas el 10 de enero, otro ajuste del mismo tamaño generó opiniones divididas: algunos usuarios celebraron la medida por la reorganización del tráfico, mientras que otros tardaron días en acostumbrarse a los nuevos paraderos, caminando de un lado a otro con la incertidumbre de si estaban en el sitio correcto.
Las preguntas no se han hecho esperar. ¿Este cambio será para bien? ¿Realmente disminuirán los tiempos de traslado o solo generará más confusión? Los meridanos están listos para adaptarse una vez más, con la esperanza de que esta reestructuración traiga consigo un transporte público más eficiente. Mientras tanto, mañana amanecerá con un nuevo mapa de movilidad en el corazón de la ciudad.