La tranquilidad de una tarde en la colonia Yucalpetén se vio rota por un violento robo. En la calle 79 x 136, un hombre se vio enfrentado al filo de un arma blanca, obligado a entregar sus pertenencias para preservar su vida. Con el susto en el cuerpo, pero decidido a no quedarse de brazos cruzados, el agraviado logró encontrar esperanza en una patrulla que realizaba rondines por la zona.
La descripción del agresor y los objetos robados fue clara. Los policías, sin perder un minuto, iniciaron la búsqueda. Entre las estrechas calles de la colonia Costa Azul, localizaron al sospechoso. Este, al notar la presencia de los oficiales, intentó escapar, pero la rápida acción de las fuerzas de seguridad lo detuvo en seco.
El agresor fue señalado directamente por la víctima, lo que permitió su traslado inmediato al Ministerio Público. Ahí comenzó otro capítulo en la historia, uno donde las pruebas y el trabajo conjunto de las autoridades determinaron el curso de la justicia.
Ante el juez, los hechos hablaron más alto que cualquier excusa. La detención fue declarada legal, y se dictó prisión preventiva justificada, garantizando que el agresor no representara un peligro mientras se prepara la audiencia de término constitucional que definirá su destino.
Este caso no solo destaca la valentía del ciudadano afectado, sino también la eficacia de los elementos de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito de Progreso. Su acción inmediata no solo resolvió un crimen, sino que también envió un mensaje claro: en Progreso, la justicia no descansa.
Con cada paso firme en la lucha contra el delito, Progreso se reafirma como un lugar comprometido con la seguridad de su gente. Como bien lo expresa el lema de la comunidad, “Estamos al 100 x Progreso”.