Denuncian que trabajadores de la SSY extorsionan Locales en Yucatán, y les piden de 15 a 100,00 mil pesos.
Inspectores de la Secretaría de Salud estatal, al estilo de los narcos, están recorriendo negocios locales de diferentes giros para pedirles dinero a cambio de protección en contra de sanciones.
Estos sujetos operan de la siguiente forma, primero les dicen a los dueños de los changarros que no están cumpliendo con las normas en materia de salud.
Después les señalan que para evitar la clausura de su comercio deben pagar una mordida de 15 mil pesos.
Luego mencionan que tienen a su jefe en la línea telefónica y que en caso de que se nieguen a pagar ese derecho de piso, los reportarán y cerrarán el negocio con los sellos correspondientes en ese mismo momento.
El empresario tilda que uno de esos extorsionadores, el inspector adscrito a la dependencia de salud, Cesar Chi Lizama, se dedica a recorrer la ciudad.
Después de hacer sus recorridos, se pone a cobrar derecho de piso a los propietarios de pequeños negocios.
El afectado asegura que los inspectores trabajan en contubernio y dirigidos por su jefe, Joaquín Efraín Cardeña Sanchez, Subdirector de Control y Fomento Sanitario de la Secretaría de Salud.
Fuentes señalan que el Secretario de Salud Estatal, Mauricio Sauri Vivas, no está enterado de lo que sucede al interior de la dependencia a su cargo.
Este grupo de empleados opera al estilo de los carteles de la mafia, protegiéndose entre ellos y recorriendo la ciudad con recursos públicos.
Visitan comercios de diferentes giros amenazando a pequeños comerciantes y exigiendo mordidas.
Los afectados señalan que los inspectores han amenazado con regresar cada 2 meses para cobrar la misma cantidad.
Amenazan que de no pagar la cantidad solicitada tendrán que cerrar sus negocios ya que con la difícil situación económica y el alza de precios ya han visto muy mermadas sus ganancias, pues sus negocios solo les dan para apenas sobrevivir.
En estos días se dió a conocer que un empresario reconocido que renta una casa, se niega a salir de ella a pesar de que le avisaron del vencimiento de la misma.