por Héctor Bencomo
En las últimas temporadas, equipos de la Liga Mexicana han gastado mucho dinero en traer peloteros de fama, pero desgraciadamente “acabados”, que sólo vienen a llevarse el dinero y a decepcionar a los aficionados.
No vale la pena hablar de nombres, ustedes los conocen bien. Lo que sí debemos analizar es cuántas cosas buenas se hubieran podido hacer con el dinero que les pagaron.
Alguien me dijo que un “caballo” de esos que han venido llega a cobrar entre 50 mil y 60 mil dólares mensuales. ¿Se imaginan?
Alguna vez escuché a un directivo quejarse de que gastaba tres millones de pesos al año por mantener viva la academia de prospectos del equipo.
Si sumamos todos los gastos que se han hecho por esos “muertos” extranjeros que han venido a la LMB en los últimos cinco años, y los invertimos en campos de beisbol e instrucción para jóvenes, México sería un semillero de beisbolistas.
La Liga Mexicana estaba haciendo muy bien las cosas hace unos cinco años, cuando florecía la academia de El Carmen (entre otras) por donde pasaron muchos de los jugadores que ahora tocan la puerta de las Ligas Mayores.
Por eso aquel discurso político de crear un sistema (Probeis) para sacar futuros grandesligas resultó una mentira más y mucho dinero tirado a la basura.
El trabajo de la LMB era el correcto, por eso en este momento tenemos muchos peloteros en ligas menores, pero con un hueco grande creado desde que se firmó un pésimo convenio con las Ligas Mayores (hace tres o cuatro años).
Ese famoso convenio provocó que algunos equipos que invertían fuerte en chamacos, dejara de hacerlo y se truncaran carreras de cientos de jóvenes mexicanos.
Poco después, algunos se dieron cuenta que sin sucursales no habría jugadores en el futuro cercano y encontraron la manera (como buenos mexicanos) de sacarle la vuelta a las reglas y seguir desarrollando peloteros.
Monclova y Yucatán son dos de los clubes que han seguido fomentando la creación de academias y la firma de muchachos para el futuro. Lo sarcástico del caso es que esos dos clubes están entre los primeros de la LMB que tienen, en este momento, más peloteros de doble nacionalidad en sus filas.
Los jugadores de doble nacionalidad fueron un remedio pasajero que terminará por alejarse cuando esos jóvenes mexicanos que se han ido al extranjero comiencen a regresar de Estados Unidos y nutran a sus equipos de talento fresco.
Tijuana, Monclova, Yucatán y quizás los Diablos, han sido los que invierten en mexicanos jóvenes y tendrán también el control del talento dentro de pocos años, tal como lo hicieron los Diablos, Sultanes y Tigres en el pasado reciente.
Los demás seguirán batallando. Así que los invito a que gasten ese dinero que tiran en extranjeros “acabados” en muchachos mexicanos que tienen futuro. Inviertan en buscadores de talento preparados y no en amigos del gerente que no dan resultados.
Es momento de cambiar la fórmula para que el futuro no los sorprenda y tengan que pagar el precio de ser sólo espectadores en una LMB que florecerá si encuentra buenos líderes, responsables de que se respeten las reglas y se profesionalicen las formas.
Hagan sus cuentas, señores. Sobre todos esos que han dilapidado fortunas en jugadores o coaches extranjeros de relumbrón que han sido aves de paso por sus clubes.
Es tiempo de invertir en la juventud mexicana, antes de que vengan los gringos y se lleven gratis.
Buena suerte. #hitazo